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El ocio cultural y los TEA

La mayor parte del ocio cultural, excepto a lo mejor la lectura, o consumir audiovisuales en plataformas en casa, se hace en compañía. No necesariamente interactuando, pero sí en compañía. Y ahí está la magia de ser parte activa de la vida comunitaria de nuestros barrios y nuestras ciudades: sentir que nos reapropiamos de los espacios que nos pertenecen, sentirnos en casa, disfrutarlos.

Sin embargo, las familias que tienen uno o más miembros en el espectro no suelen ir a los museos si no es con una visita organizada por una entidad de discapacidad. ¿Por qué? Pues porque ser autista implica que lo social cuesta, que hace falta anticipación, que vivimos en una sociedad que no pone de su parte para que los entornos sean más amables para que quien no encaja en eso que llamamos “normalidad” y que de normal no tiene nada.

¿Por qué con una entidad de discapacidad sí?

Porque les da seguridad: hay alguien que les ha dado el itineriario, que sabe por qué puerta se entra y se sale, qué obras se van a ver, dónde se descansa, a qué hora se termina, y que si por lo que sea hay que dar alguna explicación, ahí van a estar. Sienten que a través de la entidad organizadora tienen el control de la situación.

    Vale. Pues vamos a dar seguridad

    Sabemos que no es fácil, que cada autismo es un mundo y cada familia tiene unas necesidades específicas, pero siempre podemos poner la primera piedra del camino para ayudarlas a recorrerlo. En venTEAlmuseo hacemos herramientas que ayuden a anticipar, a estructurar, a dar sentido y ordenar, a ofrecer un complemento de juego que haga más amena la visita. Que permita conocerla antes, seguirla como un músico sigue una partitura durante, y disfrutarla después.

    ¿Quién se beneficia?

    • Las personas en el espectro: ganan en autonomía y calidad de vida.
    • Sus familias: dejan de depender de una entidad de ocio que organice una actividad exclusiva.
    • La sociedad: se enriquece con la diversidad.
    • Los museos: amplían su público y ofrecen a las intituciones educativas un recurso más para aprovechar con sus estudiantes las visitas.

    Al terminar el ultimo año de primaria no nos habían invitado a ningún cumpleaños, a ninguna fiesta, y a las salidas del colegio no habíamos podido ir, porque mi hijo necesita mucha anticipación y, o se la preparo yo, o es imposible de encontrar. Y yo no siempre tengo tiempo de ir a hacer una actividad antes de que vaya mi hijo. 

    Por fin los museos nos dan una herramienta que nos sirve. Porque la audioguía, una vez allí, a mi hijo le da igual. Mi hijo necesita una fotoguía antes de ir. Esta opción abre un mundo de posibilidades a mi hijo, y a toda mi familia.

    Disfrutar en compañía nos puede cambiar la vida.

     

    Madre de una niña de 8 años en el espectro

    venTEA en los medios

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