testimonios

Testimonios

Soy el papá de un peque de 4 años que está en el espectro autista. Me gustaría contaros nuestra experiencia (muy positiva).

 

Nosotros hasta ahora nunca habíamos ido al cine con nuestro hijo, porque teníamos miedo de que el volumen excesivo y su necesidad de levantarse todo el rato le impidieran disfrutar de la película.

 

El domingo nuestro hijo estaba súper ilusionado y encima conocimos a Irene y su perrita antes de entrar a la sala. Durante la película, nuestro hijo se levantó varias veces y acabó sentándose en otro asiento que había vacío. Pero fue un alivio saber que a nadie le importó que lo hiciera. Se sentó en una butaca junto a la pared, en parte porque estaba iluminada, y en parte porque quería estar en el asiento 20 y no en el 9, que es el que le había tocado, porque hay ciertos números con los que tiene fijación. Y tengo la seguridad de que, en todo ese rato, el volumen de la película no le molestó porque, si hubiera sido así, se habría llevado las manos a las orejas, como hace cada vez que oye un ruido fuerte.

 

¿Fue la mejor experiencia de mi hijo? No sabría decir, yo creo que no, porque a él le gusta más “La Patrulla Canina” que “Super Mario” :D. Pero es que esa es precisamente la cuestión: fue al cine, vio la película, y decidió que le gustaba, aunque sin ser la mejor película del mundo. Pero lo importante es que pudo vivir esa experiencia. Le encantó estar en una sala de cine, algo que, hasta este domingo, no nos habíamos atrevido a hacer con él. Y lo pudo hacer con toda la familia. Su hermano mayor, que sí que es más fan de Super Mario, se lo pasó en grande, y no notó ninguna diferencia con otras ocasiones en que había ido al cine. Una sesión donde un niño TEA ha podido disfrutar de una película en el cine y su hermano, que no está en el espectro, no ha notado la diferencia. Para mí, eso es integración.

 

Y nada de esto habría sido posible sin VenTEA. Así que, GRACIAS, de verdad.

La experiencia fue maravillosa.

Voy a explicarlo desde dos puntos de vista: el racional (que también es un poco emocional) y el emocional (que también es un poco racional).

🧠El racional:

Mis tres hijos de 1, 4 y 7 años disfrutaron muchísimo del cine. Nico de 7 es autista, y Lucas de 20 meses es un bebé. Normalmente no podemos ir a sesiones típicas porque Nico se necesita levantar y Lucas obviamente hace ruido. No hablo de María porque a ella se la puede llevar a cualquier lado.
En otras ocasiones, Nico se ha levantado, ha contado butacas, ha bailado, y también fue bien. Pero esta vez, Nico ha permanecido en su asiento, porque sí, porque él quería. Y respondiendo a alguna mamá que me dijo “¿cómo lo habéis conseguido?”. Amigas, esto tiene truco, a parte de haberse levantado, corrido, y contado butacas muchas veces, Nico conocía las películas que se pusieron, el entorno, se conoce el libro de cabo a rabo, y había visto previamente las películas 20 veces. Lo que quiero decir, es que las cosas llegan, suceden, que todos los niños se van adaptando a medida que se dan las buenas condiciones y van creciendo. Un día bueno lo tiene cualquiera. Lo disfrutamos mucho, sin más.

❤️Con esto voy a hilar el segundo punto, el emocional:
Me encanta ir a los cines adaptados porque me siento en comunidad, las mamás y papás, tenemos un código no escrito en el que nos miramos y decimos “tranquila, yo también he pasado por eso, estoy aquí, a tu lado, no quiero juzgarte, tu niño también es un poco mío, y os voy a cuidar a los dos”. ¡Y es una maravilla! Poder ir a los sitios sin ser juzgada, sin sentirte mal porque tu niño tenga una crisis, se levante, o le de la gana irse.
Me emociono al escribir esto, porque muchas veces estamos en el lado en el que nos tienen que cuidar, pero por un día en que me toca en el otro lado, deciros, mamás, compañeras, amigas, papás, tías, cuidadoras, que aquí estamos para cuidarnos. Esto debería ser el reflejo de la sociedad, hoy empezamos en el cine…

Al final ayer me animé a irme yo sola con mis dos peques a su primera sesión de cine, y aunque tuve que salir un poquito antes porque uno de ellos no paraba quieto, al otro le encantó, y me fue mucho mejor de lo que pensaba…

De hecho tanto Irene, como Luis y Guillermo fueron maravillosos: me facilitaron todo y se ofrecieron a ayudarme en lo que pudiera necesitar…

Me quedaría corta intentando explicarlo… todos fueron encantadores…

Me gustaría desde aquí animar a quien todavía no se atreva porque crea que no va a poder, o que será un desastre porque pensamos que no podremos controlar a nuestros peques, o que vamos a molestar. Deciros que uno de mis hijos con TEA gritó, corrió y nadie se quejó, sino todo lo contrario.

Así que, de verdad, animaos, porque a veces nuestros hijos nos sorprenden y se portan mejor de lo que pensamos, estás rodeada de personas que saben por lo que estás pasando, cien por cien tolerantes y comprensivas y es una experiencia muy bonita para ellos y para vosotros.

Nosotros vamos a las sesiones de cine adaptado desde que empezaste. Para mi hijo, un tiarrón de 16 años, fue fundamental empezar a ir a estas sesiones: sin ellas no habríamos conseguido ir al cine como vamos ahora a cualquier sesión, pero nos encanta seguir yendo a las adaptadas. El domingo fuimos a la de Tres Cantos, y nos encantó ver el cine tan lleno. Desde luego, seguiremos yendo a todas las sesiones adaptadas que podamos.

Gracias, gracias y mil veces gracias. Hoy fuimos a ver Lightyear y fue una experiencia maravillosa. Con la anticipación mi hijo iba emocionado, y su hermita de tres años, también. Ha sido precioso ver cómo disfrutaba viendo la película, e incluso me abrazaba y me daba besos por lo bien que se sentía. GRACIAS DE VERDAD, MUCHÍSIMAS GRACIAS POR HACERLO POSIBLE. 

Al salir, le pregunté: 
– ¿Te gusta el cine? 

Y muy rápido me dijo: 
– ¡Síííí!

Sois unas cracks. La última experiencia en el museo Van Gogh fue nefasta… La gente faltándonos el respeto porque mi hijo aleteaba y saltaba viendo en gigante las pinturas de su artista favorito.

Gracias por hacer los museos -y todo lo demás- más accesible. Pensábamos no volverlo a intentar, pero gracias a vosotras, sí.

Tengo un nene TEA y ayer fue la primera vez en muchos años que pudimos hacer un plan familiar los cuatro (mi marido, mi hijo mayor, mi ángel y yo). 

Somos una familia de Badajoz con dos niños con TEA. Muchísimas gracias por lo que hacéis; mis hijos van al cine gracias a vosotras. Y aunque nunca nos ha pasado nada llevamos una temporada muy mala, y gracias a venTEAlcine hemos vuelto a salir.
Estuvimos el otro día en la sesión de Majadahonda y la verdad es que fue una delicia. Nuestro peque salió super contento y deseando volver. Toda la familia estábamos encantados.

Me gustó mucho poder ver a todos pudiendo ser como son, sin tener que estar pendientes de las caras que pone la gente, o de si alguien les dice que paren sus hijos. Una maravilla.

Al terminar el ultimo año de primaria no nos habían invitado a ningún cumpleaños, a ninguna fiesta, y a las salidas del colegio no habíamos podido ir, porque mi hijo necesita mucha anticipación y, o se la preparo yo, o es imposible de encontrar. Y yo no siempre tengo tiempo de ir a hacer una actividad antes de que vaya mi hijo.
Por fin los museos nos dan una herramienta que nos sirve. Porque la audioguía, una vez allí, a mi hijo le da igual. Mi hijo necesita una fotoguía antes de ir. Esta opción abre un mundo de posibilidades a mi hijo, y a toda mi familia.

Disfrutar en compañía nos puede cambiar la vida.

¡Cuéntanos tu experiencia!

Consentimiento

COLABORA