Libros para acercarnos al autismo desde muchos sitios

Desde el cómic

Todas las familias de peques en el espectro que conozco tienen la misma preocupación. Miguel Gallardo, por supuesto, no fue una excepción, y en María cumple 20 años lo cuenta muy bien. ¿Qué va a pasar? ¿Cómo serán las siguientes paradas de su vida? ¿Va a ser María feliz? ¿Quién la va a querer como su madre y yo?

Miguel dice que cree mucho en las redes de cariño de las personas que han ido conociendo a María a lo largo de su vida: las cercanas, y las no tanto. Esas redes de cariño nos las cuenta en estos dos volúmenes: el primero a través de las vacaciones con María en un resort en la costa. ¿Qué cosas hacen? ¿Cuáles son sus vínculos únicos? ¿Qué les gusta? ¿Cómo son esas vacaciones que en algunas cosas se parecen mucho a las de cualquiera, y en otras son radicalmente distintas?

Si no has leído María y yo, y María cumple 20 años, ya estás tardando.

Desde la primera persona

¿Alguna vez has oído a una persona autista decir que hasta que llegó su diagnóstico se había sentido como una extraterrestre lanzada sin manual de instrucciones a la Tierra? Sara intercala en el texto notas de sus libretas. En una de cuando tenía 18 años se lee:

¿Por qué no le importo a nadie? ¿Tan pesada soy? ¿Qué tengo o qué hago mal? ¿Qué he hecho para que nadie me quiera y para recibir esta marginación tan bestia? (…) ¿Por qué todo el mundo tiene una vida tan guay y llena de cosas para hacer?

Alrededor del autismo hay muchos mitos que la sociedad ha comprado: que afecta sólo a niños (niños, no niñas) que tienen discapacidad intelectual, que no se comunican hablando, que rehúyen el contacto físico, que juegan en soledad dando vueltas a la ruedecita de un coche. Casi nadie piensa que alguien como Sara, mujer, adulta, trabajadora, madre, comparta condición con ese niño… pero la comparte y lo ha contado.

Sara Codina se ha convertido en un referente para toda una generación de mujeres adultas autistas diagnosticadas muy tarde: su autismo pasó desapercibido a docentes, profesionales de la psicología. Su autismo les ha pasado unas facturas altísimas que se han traducido en ansiedad, trastornos de la alimentación, beber más copas de la cuenta, e incluso autolesionarse. 

Neurodivina y punto es un testimonio en primera persona de qué significa ser autista y haberlo ignorado durante 40 años. Está contado en clave de humor, pero es duro: las experiencias de vida de las autistas que no han sabido que lo eran son historias de bullying en el colegio, de abusos en el trabajo, de relaciones tóxicas, de maternidades incomprendidas. Sara dice que este libro es su historia y su lucha. Porque sí, las autistas son, por el hecho de serlo, activistas: tienen que defender quiénes son y exigir que se las respete y se cumplan sus derechos.

Todo el mundo debería leer Neurodivina y punto. Yo se lo he regalado a una amiga que está empezando a sospechar que su hija de 20 años igual es autista, y todavía no se ha decidido a ir a hacerle una valoración. Espero que el libro de Sara le dé el empujón que le falta.

Desde la literatura infantil

“Me sentía una extraterrestre”. “Buscaba el manual de instrucciones que todo el mundo tenía aprendido y no lo encontraba”. “Copiaba a los personajes de las series”. “Repetía frases de compañeras, gestos, formas de hablar”. “Nada de todo eso funcionó”. Si has tenido la suerte de escuchar o leer a autistas en primera persona, esto no te sonará a nuevo. Estos discursos están siempre presentes. Siempre. Las personas autistas se pasan la vida intentando encajar en los grupos sociales que las rodean con unos costes físicos, pisocológicos y emocionales altísimos. Intentan convertirse en las personas no autistas que las rodean perdiéndose y enfermando por el camino por miedo a no ser aceptadas. Miedos que, por desgracia, y mientras la sociedad no cambie, son totalmente fundados.

Para quienes dedicamos un tiempo de nuestra vida a explicar a las personas autistas que tienen derecho a ser como son y a que su forma de ser sea respetada, este tipo de libros nos vienen de perlas porque cuentan dulce cosas que son muy amargas. En este cuento un camaleón que, por llenarse de atributos de otros animales (aletas, pico, cuello de jirafa, trompa de elefante) descubre que cuando tiene hambre no puede comer porque ha perdido aquello que, como camaleón, le permite alimentarse. 100% recomendable.

No todas las relaciones interpersonales son de amistad, ni todas las personas con las que compartirmos tiempo en nuestras vidas son necesariamente nuestras amigas: muchas veces son pueden ser grupos de iguales no elegidos, como pasa en clase, en un campamento de verano, en una sala de cine. Pero cuidado, es importante no confundir una cosa con la otra.

Uno de los mitos terribles que planea sobre el autismo es el de que las personas autistas no quieren tener amigos. Que prefieren estar solas. Que no les interesa compartir. Nada más lejos de la realidad. Quieren y necesitan amistades, como cualquiera. Otra cosa es que las herramientas sociales que tienen no sean las mismas que tenemos las personas neurotípicas y al ponerlas en común, chocan.

El colectivo autista es especialmente vulnerable al bullying, al acoso y a las relaciones tóxicas por no detectar qué relaciones son sanas y cuáles no. Qué hace una amiga por mí y qué no. Qué me puede pedir una amiga. Qué cosas me gustan de las amigas, y qué cosas no.

El libro de Susie Morgenster ¿Quieres ser mi amiga? hace un repaso por la nueva situación de una niña que se muda de París, donde tenía su red de amistades perfectamente montada, a una casa en mitad del campo lejos de la ciudad. Empieza las clases en un cole donde no conoce a nadie, y se propone hacer una amiga. ¿Cómo? Poniendo negro sobre blanco qué cosas son importantes para ella de una amiga. Si la encuentra o no vas a tener que descubrirlo leyéndolo, eso sí 🙂

El maltrato empieza en edades muy tempranas, y del maltrato sólo se sale cuando se reconoce el maltrato. Conocer los códigos de los maltratadores, los ciclos de la violencia, las estrategias de control y aislamiento… Actitudes que empiezan en una edad muy temprana y que las niñas no son, muchas veces, capaces de identificar.

En Soy solo mía una ratita empieza una relación con un ratón, y todo va bien. Se van a vivir a la misma casa y ya no van tan bien las cosas. El ratón es muy demandante, le molestan las cosas que hace la ratita, que tenga amigas, que se ponga guapa, que le vaya bien en el trabajo… Y la ratita sigue a su lado hasta que un día el ratón se ha convertido en un gato. En un depredador. Y la ataca.

La agresión física la entendemos rápidamente como maltrato, pero el maltrato empieza mucho antes. Igual que mucho antes de lo que lo hacemos tenemos que enseñar a las niñas a reconocer una relación sana y las banderas rojas de las que no lo son. Este libro es imperdible.

Según ONU mujeres un 30% de nosotras hemos sufrido violencia por parte de un hombre, pareja o expareja. Según CERMI esta cifra asciende al 73% cuando se cruza la discapacidad. Tenemos que estar muy atentas a las señales y, para eso, hay que conocerlas.

Desde la divulgación infantil

Una buenísima aproximación a los topicazos de la regla que tanto daño nos han hecho. ¿Por qué nos avergonzamos cuando manchamos el pantalón? ¿Cuánta sangre se pierde en una menstruación? ¿Qué tabúes hay alrededor de la regla? ¿Cómo se ha tratado en otros países? ¿Qué es el ciclo menstrual?

Todo eso, trucos para encontrarnos mejor, motivos para sentirnos orgullosas de menstruar, opciones de productos de higiene menstrual… y unos dibujos… que no pueden ser más bonitos. Otro de esos libros que me hubiera gustado tener con 10 años.

Desde la divulgación científica

Leer un libro de una neuropediatra hablando del cerebro sin un diccionario en la mano no es un sueño: es una realidad. Que tampoco es una sorpresa porque el blog de María José Más Neuronas en crecimiento lleva siendo una fuente de consulta y aprendizaje constante para quienes nos dedicamos a la neurodivergencia, para quienes son neurodivergentes y para sus familiares y amistades. Como dice en el prólogo de La aventura de tu cerebro Pilar García de la Granja, María José es el eslabón entre los padres desesperados y el futuro esperanzador. Ni pone, ni quita, simplemente explica. Y eso da un gusto porque pocas veces se explican las cosas así de bien.

El cerebro es nuestro órgano más misterioso y de cómo se desarrolle dependen las habilidades de adaptación al entorno de las personas… En La aventura del cerebro María José nos cuenta cómo es el desarrollo “normal” (o sea, el más común) del cerebro: aquello que compartimos todos los seres humanos -movernos, hablar, comprender el mundo y adaptarnos a él- y lo que es propio de cada persona -nuestra personalidad-. Y como no siempre es así, en El cerebro en su laberinto nos explica qué pasa en los casos en los que este desarrollo toma vías alternativas y aparecen los trastornos del neurodesarrollo, como el autismo. Y lo cuenta todo como lo que es: una aventura fasinante. 

María José es esa neuropediatra que querríamos para nuestra familia y que, por suerte, podemos tener siempre a tiro de libro (y de redes sociales) para resolver nuestras dudas.

Desde la psicología

Todos los hombres que pegan son maltratadores, pero un maltratador puede ser otras muchas cosas: no siempre se llega a la agresión física y no por eso el maltrato es menor. Pero, ¿lo tenemos claro?

En este libro Olga Barroso, psicóloga especializada en violencia de género, recorre los códigos del maltratador y del maltrato, los ciclos de la violencia, las tremendas dificultades para reconocer el maltrato, denunciarlo, y salir de él. Por el camino hay montones de testimonios reales que podríamos ser cualquiera de nosotras porque las cifras de mujeres víctimas de violencia de género nos dicen que somos una de cada 3. 7 de cada 10 cuando se cruza la discapacidad. Si no eres tú, igual lo es tu hermana, una amiga, una compañera de trabajo… o tu hija adolescente: el maltrato empieza con las primeras relaciones afectivas.

Sólo puedo hablar desde mi experiencia como mujer dentro de ese 30% que ha sufrido maltrato, pero desde ahí os digo que este libro está lleno de ternura: es el abrazo de una amiga que ve tus heridas, las reconoce, y te acompaña mientras las curas. Ojalá haberlo leído cuando era todavía parte del 70% ileso.

Para el colectivo autista los códigos neurotípicos son un galimatías, y las estrategias de tortura psicológica de los maltratadores son tan sutiles que sin una buena información se escapan de todos los radares. Las mujeres autistas son mucho más vulnerables a caer en relaciones tóxicas. Leedlo, por favor, como si fuera un manual de instrucciones de detectar comportamientos peligrosos, y no os dejéis una coma.